Gestionar adecuadamente los inventarios de las empresas, sobre todo en las Pymes, siempre ha sido una gran dificultad y en general, termina siendo una tarea que toman y desarrollan los dueños o directores. Esto sucede básicamente porque los indicadores que utilizan para tomar decisiones sobre la gestión de inventarios, son indicadores que se apoyan sobre la propia experiencia. De esta forma, una tarea que tranquilamente podría delegarse, queda en manos del máximo nivel de la organización.
En Steinhardt trabajamos este tema bajo la idea de Gestión Amortiguada de Inventarios.
¿Qué implica esta perspectiva?
La Gestión Amortiguada de Inventarios parte de una visión diferente sobre qué es el inventario de una empresa.
Habitualmente cuando se habla del inventario, se habla del “físico”, de “lo que vemos apilado” o “lo que está en una estantería”. El problema con esta definición es que nos lleva continuamente a errores importantes.
A diferencia de esto, nosotros nos concentramos en lo que se denomina Inventario del Sistema, que está compuesto por el “físico”, pero restándole lo que ya tenemos comprometido con algún cliente que lo pidió y se lo tenemos que entregar y le sumamos lo que está pedido y que en cualquier momento nos va a llegar.
A esta cuenta le ponemos un coeficiente de seguridad que nos arroja un valor de inventario, es decir, un número de unidades a tener en todo el sistema, que debería ser el Nivel de Reposición.
Ese Nivel de Reposición sería algo así como un inventario máximo, pero que va a estar muy pero muy afectado por temas que tienen que ver con el tiempo: el tiempo de pedido, el tiempo de reposición y otras variables que inciden en cuánto voy a tardar en tener nuevamente el producto. Es en función de estas variables que yo voy a decidir o la empresa va a decidir cuánto inventario tener.
Si bien nosotros sabemos que no es fácil explicar en palabras el funcionamiento de la Gestión Amortiguada de Inventarios, sí podemos contar algunos resultados que hemos tenido.
Por ejemplo, un cliente nuestro en el cual la tarea de compra y pedido estaba en manos del dueño, aplicó este concepto de gestión y logró que estas tareas pasen a manos de un segundo y hoy en día, están en manos de una empleada administrativa.
Los resultados: 0 quiebre de stock y la disminución del stock físico en inventario. No hay dudas que esto redunda en mejores resultados para la empresa en su conjunto.
Esto es lo que nos comparte Gerardo Berutti, presidente de Aiter:
“Aplicando Gestión Amortiguada de Inventarios en el manejo de las compras y existencias de mi empresa, logré reducir un 20% los stocks, eliminé los quiebres y desaparecieron las quejas de los clientes por entregas fuera de término. Ha sido una solución que además me permitió delegar todas las tareas relacionadas al stock.”
Nosotros estamos seguros que incorporar la Gestión Amortiguada de Inventarios a lo que hace la gestión de inventarios en general, es un arma muy poderosa para las empresas, que además le genera importantes beneficios.
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